¿Una Xbox basada en ARM en vez de x86 es posible? Pues sí

Cuando se filtraron los documentos internos de Microsoft, una de las cosas que más sorprendieron fue la aparición de la referencia a una futura Xbox basada en ARM, lo cual sorprende por el hecho que esto rompería por completo la compatibilidad hacia atrás con el software de la plataforma, la cual lleva desde Xbox One basándose en x86-64. Y aunque es cierto que en Redmond ya han hecho intentos como Windows para ARM en el mundo del PC, la verdad es que estos han pasado con más pena que gloria.

¿Una Xbox basada en ARM?

Tengo muy claro que la siguiente consola de Microsoft no será una plataforma de alta gama, la existencia de Xbox Series S responde a la idea de tener un sistema que con el paso del tiempo puedan evolucionar a una consola portátil. Sin embargo, el mayor handicap de esto es que solo Intel y AMD pueden hacer chips y sus núcleos no están diseñados para operar a los consumos que necesita una consola portátil. No en vano, solo hay que ver el mastodóntico tamaño de dispositivos como la Steam Deck y el TDP que generan sus procesadores.

Si bien los x86 tiene una mayor potencia por MHz, la realidad es que si miramos el concepto de potencia por vatio, se llega el punto en que dependiendo de cuál sea el consumo energético, entonces las tornas se cambian a favor de un tipo de arquitectura u otra. Aquí no entra el set de instrucciones, sino el hecho que ni Intel ni AMD han tenido jamás las pelotas de desarrollar realmente un núcleo de muy bajo consumo.

¿Y qué ocurre si dejamos la especificación fija? Pues que se llega al punto en que el chip basado en ARM podrá ofrecer el mismo rendimiento que el x86 por una porción de su gasto energético, haciendo mucho más posible la dichosa consola híbrida. Es decir, no estamos hablando de una consola de nueva generación, sino de una portátil híbrida, con las mismas capacidades técnicas que Xbox Series S.

El chip sería un diseño a medida de Qualcomm

Esta semana se han podido saber las especificaciones del Snapdragon Elite X, el chip más potente de Qualcomm hasta la fecha y que usa los núcleos Oryon desarrollados por Nuvia, la startup creada por exingenieros de Apple que fue comprada por Qualcomm haya en 2021. En resumidas cuentas, sus especificaciones técnicas las tenéis en la diapositiva de arriba.

Microsoft, especialmente en sus Surface, lleva tiempo usando los chips de Qualcomm, por lo que una variación de una futura iteración de este chip podría terminar en la futura Xbox con ARM. Si bien es una posibilidad muy remota, no lo descartéis en absoluto. Eso sí, Microsoft deberá recompilar por completo los diferentes juegos o crear un intérprete por hardware, lo cual no rompería el contrato con ARM por el hecho que el objetivo, al igual que ocurre con Apple, no es vender chips, sino dispositivos completos.

En todo caso, esto no significa que la Xbox con ARM se vaya a basar el Snapdragon Elite X, sino más bien esto es a modo orientativo para que os hagáis una idea más aproximada. Es más, dicho SoC no está pensado para dispositivos de bolsillo, pero con el tiempo se llegará al rendimiento en dispositivos de muy bajo consumo.

¿Por qué una portátil?

La fuerza motriz de Microsoft ahora es el Game Pass, una consola portátil es personal y no se ha de compartir, nadie se compra varias consolas tradicionales, pero está aceptado que cada miembro de la casa tenga su consola portátil para jugar a lo que quiera. Esto significa aumentar la cantidad de suscripciones, a esto hay que sumarle que aunque por el momento haya poca gente con conexiones 5G en tarifa plana, estas aumentaran enormemente. Una Xbox con ARM y usando un chip de Qualcomm no solo es posible por las buenas relaciones entre ambas marcas, sino por el hecho que esto proporcionaría radios 5G y Wi-Fi 7, no solo para el juego online en cualquier lugar, sino también un acceso a XCloud, el servicio de juego en la nube de Microsoft.

Por otro lado, Phil Spencer está muy obsesionado con las experiencia de móvil, estas no puedes llevarlas bien a una consola tradicional, pero sí a una consola portátil, la cual obviamente vendrá con una pantalla capacitativa. Es decir, Microsoft no solo quiere invadir el espacio de las consolas portátiles, sino también sacar provecho económico del mercado de los juegos de móvil, el cual en estos momentos es el de mayor tamaño de todos en lo que a recaudación se refiere.