Uno de los motivos por los cuales la industria de los videojuegos se encuentra interesada por la inteligencia artificial es por el hecho que permite automatizar ciertos procesos de trabajo. Lo que provoca, con razón, el pánico por parte del grueso de trabajadores de la industria. Que el máximo responsable de una editora grande como Electronic Arts hable maravillas de la IA en ese aspecto se entiende, pero lo “sorprendente” es que sea Neil Druckmann quien haya bendecido dicha tecnología. ¿Para mejorar los videojuegos? No, para contar historias.
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¿A qué se debe la mala situación en la industria de los videojuegos?
Los videojuegos no son un medio narrativo, su principal función no es la de contar una historia, pese a que en los últimos tiempos haya gente intentando vender la moto de que sí. En realidad, todos los males actuales del videojuego vienen por el hecho de haber colocado la narratología por encima de la ludología y crear un debate estéril.
Buena parte de los males actuales del sector viene de los años en los que el máximo valor de un videojuego era contar una historia, al menos según ciertos vendemotos. Lo que llevo a dos efectos totalmente negativos:
- Un crecimiento exponencial del mercado de segunda mano debido a videojuegos que rápidamente perdían valor, lo que los convertía en cupones de descuento encubiertos para la siguiente novedad que salía al mercado. Lo cual fue uno de los factores que llevo al impulso de la distribución digital sobre el formato físico y el auge del Cloud Gaming.
- El traslado de una parte del mercado a juegos basados puramente en el apartado jugable, véase éxitos como League of Legends, Fortnite, Minecraft. Lo que creo la idea de que el futuro son los juegos como servicio.
Pues bien, esta vez ha sido el máximo responsable de Naughty Dog, quien ha venido a vender la historia de que la inteligencia artificial en los videojuegos permitirá contar mejores historias. De nuevo la escuela narratológica jugando al trilero, pero antes de nada veamos lo que ha dicho Neil Druckmann sobre este tema.
Neil Druckmann y la inteligencia artificial
Una de esas grandes mentiras del videojuego es The Last of Us Parte 2 dirigido por Neil Druckmann, lo cual no significa que sea un mal juego, pero la gran mayoría de premios y hype que obtuvo fueron pagados con talonario. Lo peor de todo es que crearon una falsa polémica totalmente manufacturada para tachar a los detractores del juego como seres abyectos. ¿La realidad? Se trata de un videojuego cuya profundidad jugable es muy poca y que no ofrece más que su historia.
Pues bien, el caso es que Neil Druckmann ha abierto la boca para hablar de su opinión sobre el impacto de la IA en el desarrollo de videojuegos:
La IA realmente va a revolucionar la forma en que se crea el contenido, aunque plantea algunas cuestiones éticas que debemos abordar. Con tecnologías como la IA y la capacidad de hacer captura de movimiento desde casa, estamos reduciendo tanto los costos como los obstáculos técnicos, abriendo la puerta para que podamos emprender proyectos más aventureros y ampliar los límites de la narrativa en los juegos. Esta evolución realmente está empoderando a los creadores para que puedan dar vida a sus visiones sin los obstáculos tradicionales.
Reducir costes y obstáculos técnicos es prescindir de trabajadores, pero dicho de forma vedada. Me pregunto que dirán todos aquellos que defendieron The Last of Us Parte 2 tras tragarse la maniobra de manipulación y la pedazo Chutzpah que se montaron para engañar a los incautos, ahora que pasado un tiempo se caen las caretas.
La realidad que hay detrás de todo ello
Naughty Dog sufrió una escapada masiva debido al enorme crunch durante el desarrollo de la obra maestra de nuestro genio favorito. De ahí a que como mucho hayan hecho un remake del primer juego y hayan tenido que cancelar Factions. En todo caso, si queréis saber la verdad, una imagen vale más que mil palabras.
De ahí a que Neil Druckmann esté aplaudiendo a la IA, ningún animador competente quiere trabajar para Naughty Crunch, sin embargo, no veréis al narigón de Bloomberg hablar de dichas técnicas en la empresa de su amigo de cultura y religión. Lo gracioso es que después de presentarse como una oda del progresismo en su día, el conflicto de Israel-Palestina y el hecho de que el director de Naughty Dog sea abiertamente sionista está empezando a granjearle cancelaciones por parte de la misma cultura que él utilizó en 2020 para aupar a The Last of Us Parte 2.