El turismo especulador retro está destruyendo mercado japonés
Japón se está quedando sin sus juegos clásicos debido al turismo depredador retro y los especuladores sin fronteras que se hacen pasar por falsos coleccionistas de videojuegos. ¿Qué está ocurriendo en el país del sol naciente y cuáles son las causas?
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El turismo depredador retro está destruyendo el mercado japonés
De un tiempo a esta parte tengo muy claro que se llegará al punto en que Japón limitará el turismo de mala manera, más que nada por los malos modales de estos. Algo que en España deberíamos haber hecho hace tiempo tras la destrucción de los derechos laborales en el sector de la restauración. No obstante, no vamos a hablar de esa clase de turistas, sino del turismo depredador retro que está sufriendo Japón.
En internet está lleno de canales de extranjeros, desde el punto de vista japonés, que compran material en Japón para luego llevarlo a occidente para perderse para siempre. Los japoneses tienen una forma de consumir retro muy particular, y es que por el poco espacio que tienen en sus hogares suelen volver a vender de nuevo sus juegos a las tiendas de segunda mano. Esto hizo que durante años las tiendas de segunda mano y especializadas en retro se mantuvieran con un buen stock de producto.
¿Pero qué ocurre con el turismo depredador retro? Pues que las tiendas se están quedando vacías como consecuencia de esto, especialmente por los que vienen de países como España, donde el material retro que queda en buenas condiciones es muy poco.
Lo que muchos no entienden del coleccionismo de videojuegos
Una de las gracias del mundo retro es el coleccionismo, personas que buscan para tener en su casa como si fuese una obra de arte títulos de una rareza extraordinaria. Se trata de un valor refugio, dado que una vez deje de fabricarse en masa y empiece la degradación del producto, el valor no bajará con el tiempo, sino que aumentará. El problema es que de un tiempo a esta parte, la gente confunde valor refugio con burbuja, y en el caso que nos ocupa ha creado el turismo depredador retro.
¿Tiene sentido comprarse la versión japonesa de ciertos juegos de antaño? No, pero le añade exotismo, por si fuese poco, las versiones PAL de muchos títulos venían con dos problemas: 50 Hz y franjas negras. Por lo que se trata de comprar la mejor versión. El problema que no entiende el turismo depredador retro es el de la escasez, en España, las versiones PAL con caja y manual en español son más buscadas por su rareza y el coleccionista no busca por esos aspectos técnicos.
Y es que en España la gente se deshizo de sus videojuegos antiguos, tan pronto como la emulación hizo posible disfrutarlos en el PC de forma cómoda. ¿Qué ocurre? Pues esa misma gente piensa que el coleccionismo es un negocio y se basa en un turismo depredador retro que se comporta como una plaga de langostas.
Especuladores sin fronteras
Uno de los mayores problemas que existen con la especulación de cualquier cosa es que se necesita un tonto al otro lado que te haga ganar dinero. Ese tonto, al mismo tiempo, va a querer buscar a otra persona para ello. Un caso curioso es el de Pokémon para Game Boy, el famoso streamer El Rubius pago una morterada por una versión funcional del cartucho y esto hizo que el turismo depredador retro campase por el mundo como una partida de caza buscando a sus presas.
Lo que mucha gente no entiende es que el hardware se degrada, y especialmente los títulos que usaban una pila para grabar partidas. La cual se encarga de mantener alimentada una pequeña memoria RAM donde se encuentran las partidas salvadas. Por aquel entonces no había memoria flash o era muy cara y no deja de ser el mismo mecanismo que mantiene la BIOS de tu PC siempre funcionando.
El caso es que la cadena de tontos se rompe, por lo que si vas a comprar juegos de antaño para especular, quédate en casa, por favor. Si no eres coleccionista, hay otras opciones para disfrutar de ellos. Emuladores, sistemas FPGA, Everdrive si aún tienes el sistema original. ¿Verdad que una novela sigue siendo la misma cuando la lees independientemente de si la lees en una carísima primera edición o una revisión reciente? Pues no te conviertas en un especulador.