El futuro de Xbox en entredicho, ¿tiene futuro la plataforma?

No existe futuro para Xbox, es más, no se sabe ni tan siquiera el motivo por el cual existe la plataforma. Los medios de forma coherente y cohesionada han aprovechado los cierres de estudios que se han producido esta semana para crear una de sus narrativas y repetir con su boca y pluma una serie de memeces mientras se les ha caído la careta por completo. Así pues, la sensación general es que Microsoft se hará editor independiente y se terminará genuflexionando ante la sacrosanta PlayStation.

Xbox es lo menos Microsoft que hay en Redmond

No me gusta nada Microsoft, es una empresa gris, aburrida y que no sabe tratar con el público de a pie, buena parte de las decisiones de los últimos meses tienen sentido en la política de cainismo de la empresa fundada por Bill Gates. Sin embargo, en la última década con Satya Nadella al frente se ha dado la sensación de que la competencia interna ha desaparecido por completo por el hecho de remar todos hacia un mismo camino, el de los productos como servicio (PaaS) del que Game Pass forma parte

Sin embargo, la consola es lo menos Microsoft que existe y ese el mayor escollo al futuro de Xbox, para la directiva de Microsoft la conversión de sus aplicaciones de productos a servicios pasa por la computación en la nube. No obstante, el mayor problema es que no es lo mismo hacer eso con Office que no con un videojuego AAA que requiere unos costes en hardware e infraestructura cien veces más altos. Que es lo que hace en realidad que siga existiendo una consola llamada Xbox en las tiendas.

La Microsoft de Nadella no tiene nada que ver con la Bill Gates primero y la de Steve Ballmer después, más bien es una versión diluida y edulcorada sin ningún tipo de ambición. El futuro de Xbox está en peligro por la misma actitud que retiro a Microsoft de competir contra Android y Google, es la posición acomodada sin sangre en las venas, un elemento totalmente castrante.

La competencia es necesaria para un ecosistema ideal

Dado que la consola no la pueden convertir en estos momentos en un servicio, la directiva de Microsoft ha empezado una campaña interna contra Xbox que ha dejado a la división de Phil Spencer sin el capital de soporte que tenían que recibir del resto de divisiones para asentarse. No obstante, a vista de pájaro esto tiene sentido, y es que a mitad de la generación y por mucho que haya habido compras agresivas como la de Bethesda y ABK, estas no van a suponer un giro de 180º, ya que no dan una ventaja inmediata y a corto plazo. 

Microsoft se ha dado cuenta de que el capital que les llega por vender juegos en PlayStation es tal que la directiva de Microsoft mira con desdén ambas consolas y cree que esos gastos no son necesarios. Por lo que se han creado dos mensajes al mismo tiempo, el primero es el de la directiva de Phil Spencer y Sarah Bond que busca que Xbox continúe como plataforma de videojuegos, el segundo es el del resto de la directiva de Microsoft, que ven mucho mejor que se haga editor independiente.

En medio de todo esto, los medios, quienes en su fanatismo son incapaces de ver los males de un monopolio y cuyo mayor deseo es jugar siempre en PlayStation aunque sea a la mierda más grande han decidido apoyar una guerra de erosión contra la directiva de la consola mientras se preguntan sobre el futuro de  Xbox.

La conjura de los machirulos

 Me sabe mal por Sarah Bond, si por algo Phil Spencer la escogió a ella y no a sujetos siniestros como Matt Booty o Aaron Greenberg es por algo. El primero bajo el mandato de Xbox Game Studios ha empezado a despedir estudios sin sentido alguno, ya que el cierre de Tango Game Works y Arkane Austin no tiene ningún sentido estratégico. Podemos decir que Hi-Fi Rush es un fiasco comercial, pero en una empresa que gana 30 millones por minuto eso es una gota en un enorme océano.

Mientras que Booty cierra estudios sin sentido y da luz verde a erosionar el trabajo por la consola a mandar a hacer juegos para la competencia, Greenberg tiene una legión de zelotes en la red que de golpe ha dado un giro de 180º para atacar a Xbox. De golpe, los mismos viral marketers y astroturfers cuyo trabajo es crear entusiasmo por la marca se han convertido en enemigos acérrimos de la misma, destruyendo por completo el futuro de Xbox entre los entusiastas. ¿Y cómo sabemos eso? No hay discrepancia entre ellos, lo cual no es normal.

Si el futuro de Xbox es ser una Electronic Arts o que se convierta  en Activision 2.0 el puesto directivo de Sarah  Bond estará en entredicho y será ella el muñeco de paja al que acusarán. Mientras que Matt Booty seguirá en su puesto y teniendo más poder que nunca y tampoco afecta a Aaron Greenberg. El problema es que todo coincide con el punto de vista de Nadella y compañía, de convertir todo lo de Microsoft de producto a servicio y eso es lo que tienen a su favor y les han blindado su campaña por obtener la división de gaming en la que ni Phil Spencer esta a salvo.

Entonces, ¿cuál es el futuro de Xbox?

La realidad es que no lo saben ni ellos, la ventaja competitiva de Xbox es el hecho de tener videojuegos día 1 en Game Pass y ciertas fuentes afirmaron hace unos días que no se va a ver Call of Duty en el servicio, lo cual ha tenido que ser desmentido por la propia Sarah Bond, desde aquí décimos que va a ser parte de su trabajo estos meses, ir desmintiendo toda la basura que salga en los medios y especialmente desde la propia Microsoft.

En todo caso, nuestro objetivo no es el de defender a directivos multimillonarios, sino que no queremos un aburrido monopolio de PlayStation o de cualquier otra marca. El cual es aplaudido por una generación de aficionados que creció en medio de dos monopolios generaciones, como fueron el de las dos primeras PlayStation y en la anterior generación. Es decir, todo esto es apoyado por medios que tienen una imagen demasiado benevolente de PlayStation.