¿Tiene sentido llorar por el DRM online en videojuegos?
La piratería es un problema enorme para la industria de los videojuegos, sea en PC o en consolas. Por un lado, las editoras y desarrolladoras de videojuegos ven sus ingresos mermados de forma directa, mientras que los propietarios de plataforma, tanto de hardware como de software, se ven afectados indirectamente. La realidad es que el DRM Online en videojuegos ha llegado para quedarse y los motivos de ello no son solo la avaricia pura y dura, sino también por motivos técnicos.
Índice de contenidos
Índice de contenidos
La resistencia es fútil
Atrás ha quedado eso de Adam Boyes y Shuhei Yoshida, en plena presentación del E3 de PlayStation 4 compartiéndose un juego sin problemas. Claro está que ese escenario tiene una trampa, el formato físico permite hacer este tipo de intercambios, pero el formato no. Es más, y aquí es cuanto a más de uno le va a dar un infarto. Sony, Microsoft y Nintendo consideran sus juegos en formato físico, como una licencia de uso, y para rizar más el rizo, hemos de partir que tienen la tecnología suficiente para bloquear el uso de los discos de forma remota.
¿Asustado/a? Pues espera que aún hay más, las tres empresas que fabrican consolas saben muy bien lo que ocurre con cada copia física que se vende de todos y cada uno de los juegos para sus sistemas. Y es que el DRM online en videojuegos ya existe, aunque no este activo. Digamos que lo saben por el hecho que cada consola, juego y cuenta de usuario a los servicios online tienen una clave asignada que ayuda a triangular.
Dicho de otra forma, mañana mismo, podría salir una actualización que convierta en un pisapapeles tu juego en formato físico. Es decir, no hay escapatoria y vivimos en una realidad totalmente distópica donde el DRM online en videojuegos será la norma y no la excepción.
Deberemos acostumbrarnos al DRM online en videojuegos
No obstante, la mejor forma de evitar la piratería no es con un sistema anticopía instalado en la consola que tarde o temprano vaya a ser reventado por los expertos en dichos temas, sino un sistema dinámico que se vaya actualizando todo el tiempo. Por muy criticado que fuese el sistema de Xbox One, el hecho de que su DRM online en videojuegos siga intocable es la demostración de que funciona. Y, al fin y el cabo, esto es un negocio, por lo que no merece la pena lamentarnos por decisiones que no podemos controlar y que se van a producir tarde o temprano.
Y sí, voy a hacer de abogado del diablo en el caso del lector de la PS5 Slim, pero nos encontramos ante una realidad clara: la piratería es un problema y la forma más eficiente demostrada hasta el momento es esa. Sony lleva años gastando recursos y dinero, y no pocos precisamente, en una carrera de gato y ratón contra el «homebrew» y al final han tomado por la mejor decisión técnica. Además, que en pleno 2023, de cara a 2024 y en el primer mundo el internet es un bien de primera necesidad que se encuentra en todos los hogares.
A las empresas no les interesa un formato físico de verdad, sino que se continúa con el desfasado Blu-ray, un formato que se diseñó para medios continuos y no como formato informático en origen. A día de hoy para la instalación de un título se hace más rápido con un descarga de internet que no desde el disco. Y si bien el formato físico se ha de quedar por respetar la propiedad privada, no podemos olvidar que la preocupación viene especialmente de especuladores de lo retro.