La demanda por las Apple Vision Pro cae y su futuro peligra
Parece ser que el efecto luna de miel para las gafas de los de Cupertino, las que iban a salvar la VR, se ha terminado. La demanda por las Apple Vision Pro ha caído en picado y se puede decir que el futuro del dispositivo peligra y todo apunta a que poco a poco los de Tim Cook se centrarán en otras cosas más interesantes y lucrativas para ellos.
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La demanda por las Apple Vision Pro cae en picado
Si tenemos en cuenta que es un dispositivo que cuesta 3500 euros y que fuera de usos puntuales no tiene utilidad alguna, por muy futurista y avanzado que parezca, entonces, es normal que la demanda por el Apple Vision Pro haya caído en picado, incluso por debajo de las expectativas de los de Cupertino. Todo ello ha hecho que la fabricación de componentes para el dispositivo se haya reducido considerablemente, de las 800.000 unidades esperadas para este año a 450.000, además, que todo apunta a que se venderán aún menos en 2025.
Ahora bien, todo esto es un problema para el futuro del dispositivo, incluso para sus versiones más baratas, ya que los HMD, por una serie de características propias que les diferencian del resto de dispositivos, requieren chips a medida. En el caso de Qualcomm tenemos el Snapdragon XR2 Gen 2 que veremos en multitud de dispositivos con el Meta Horizon OS y cuya viabilidad comercial está demostrada. Pero Apple no puede permitirse un chip propio para unas Apple Visión futuras de bajo coste, por el simple hecho que para justificar la fabricación de un chip tienes que llegar a un mínimo de obleas.
De ahí que el Apple Vision Pro utilice un M2 estándar como SoC principal y el chip R1 para suplir el resto de elementos que requiere un HMD, pero que no tiene el chip principal. Ahora, con la baja demanda, hacer un chip único que permita una versión más barata se complica, al mismo tiempo que se demuestra que no existe el mercado suficiente para justificar otras Apple Visión.
Un ecosistema que no puede prosperar
Una de las mayores preocupaciones de Apple no fue jamás en crear aplicaciones interesantes que justifiquen sus Vision Pro, ni el buscar el desarrollo de las mismas en terceros. Les importaba mucho más el impacto social, en especial el querer ver la cara del interlocutor que otra cosa. De ahí la idea de poner a una cámara para grabarnos la cámara y una pantalla frontal.
La demanda por las Apple Vision Pro es muy baja por el hecho que es un dispositivo que busca gustarle a la gente que no usaría jamás este tipo de dispositivos. Esto se nota cuando deciden poner una pantalla delante del visor y unas gafas grabándote la cara por el hecho de que algún directivo de Apple (o directiva) es incapaz de interactuar con otra persona si no le está mirando a la cara para poder leer sus expresiones, lo que dice mucho de las preferencias de los de Cupertino a la hora de diseñar el producto.
Claro está que con un mercado tan pequeño quien va a desarrollar una aplicación si no hay demanda en las Apple Vision Pro. Se trata de un dispositivo mal diseñado en el cual no podemos ni ver ni una película entera y que es un producto inferior en comparación en comprar un ordenador convencional de la marca. Preparaos para ver en los próximos meses un abandono progresivo del producto.