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Por fin tenemos iGPU tan potentes como una NVIDIA GTX 1060 gracias a AMD

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Ryzen 8000G 7000 AMD Zen 4

Durante un largo tiempo, la tarjeta gráfica más popular en Steam fue la NVIDIA GTX 1060, pues bien, tras siete largos años, por fin una GPU integrada ha llegado a dicho nivel de rendimiento. Hablamos de la iGPU del Ryzen 5 8600G de AMD, al menos eso es lo que dicen ciertos benchmarks.

La iGPU del AMD Ryzen 5 8600G iguala a una GTX 1060

Hace unas semanas os dimos un adelanto de las especificaciones de los AMD Ryzen 8000G, los cuales no son otra cosa que una versión para socket AM5 de sus chips para portátiles, con la ventaja que al no estar limitados en consumo y calor, pueden alcanzar mayores velocidades de reloj, en especial por su TDP de 65 W, el cual es mayor incluso que los microprocesadores para los laptops más potentes del mercado.

Sin embargo, este tipo de CPU suelen tener una GPU integrada mucho más potente que la media, lo que permite la creación de equipos gaming de muy bajo coste, al no requerir una tarjeta gráfica. Pues bien, la iGPU del Ryzen 5 8600G da como resultado un salto enorme respecto a la anterior generación y ya iguala en potencia a la de una GTX 1060, e incluso la supera, si tenemos en cuenta los resultados bajo las pruebas de rendimiento basadas en Vulkan.

Y es que pese a ser una Radeon 760M con 8 Compute Units, la iGPU del Ryzen 5 8600G alcanza los 30.770 puntos en la prueba de Vulkan, frente a los 27.106 de la versión para portátiles y se encuentra un poco por encima de los 30.186 puntos de la GTX 1060 de NVIDIA. No obstante, las pruebas de OpenCL no dicen lo mismo, donde nuestra protagonista consigue los 24.842 puntos, lo que la sitúa por debajo de los 34.507 puntos. En todo caso, tendremos que esperar a las pruebas finales, hechas con videojuegos, para comprobar el nivel real.

La velocidad de la RAM es crucial en estos casos

No obstante, no podemos olvidar que toda GPU, independientemente de si es integrada o dedicada, depende enormemente del rendimiento de la memoria de vídeo. En casos como la iGPU del Ryzen 5 8600G desde el momento en que CPU y GPU forman parte del mismo SoC, pues existe no solo los problemas de compartir acceso con el procesador central, sino el uso de memorias más orientadas a la latencia que al ancho de banda, dado que es la RAM del sistema y es lo que más beneficia a una CPU de cara a su rendimiento.

Ryzen 7000 8000G

Es por ello que a la hora de montar un sistema sin tarjeta gráfica dedicada, pero con una potente GPU integrada, lo importante es la velocidad de la RAM. En el caso que nos ocupa, las pruebas las han hecho usando DDR5-6000, por lo que si estáis interesados en un equipo de este tipo procurad buscar la RAM más rápida.

En todo caso, y eso ya es un deseo de quien esto escribe, ojalá AMD un día de la posibilidad de usar los zócalos de RAM de más como memoria exclusiva para las gráficas integradas. Lo que supondría una mejora de rendimiento en estas, al tener todo el ancho de los módulos para la gráfica integrada y sin contenciones de acceso producidas por la CPU.

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